martes, 1 de septiembre de 2015

De Eira do Serrado a Curral das Freiras y Corticeiras (19 de agosto de 2015)

El mirador de Eira do Serrado (1.094 m.) ofrece vistas sobrecogedoras del pueblo de Curral das Freiras, que se asienta 400 metros y pico por debajo, en el interior de una caldera volcánica en la que crecen bastantes castaños. Altos picos se alzan como telón de fondo, al menos si el día está despejado.


 

Hasta Eira do Serrado puede irse con un autobús interurbano de la línea 81, que es gestionada por la compañía Carros de São Gonçalo. Pero conviene consultar los horarios porque no todos los autobuses se desvían hasta aquí; algunos van directos hasta Curral das Freiras. El trayecto dura unos 40 minutos, saliéndose de Funchal por la rua Luis de Camoens para tomar la carretera regional ER-107.


 
 
En Eira do Serrado hay hostal, bar y tienda de recuerdos. Es uno de esos sitios impersonales en los que paran las excursiones organizadas por los tour operadores para que el turista remonte las escaleras que conducen a lo alto del mirador y dispare unas cuantas fotos. Y para que antes de volver a subir al autobús o minibús que lo ha traído hasta aquí, se dé un garbeo por la tienda, en cuyo interior se respira algo así como un consumismo compulsivo. He de reconocer que yo también piqué en el anzuelo y me compré otra guía de excursiones por Madeira que sumar a la que traje y estoy utilizando en estos días.


 

Para la ruta de hoy voy a volver a combinar otras dos de las incluidas en la ya famosa guía de Rother, concretamente la 33 (de Eira do Serrado a Curral das Freiras) y la 34 (de Corticeiras al Valle de las Monjas), la segunda de ellas realizada en sentido inverso a como está descrita.



 
La primera parte es un descenso desde Eira do Serrado hasta Curral das Freiras (650 m.). Se toma un camino empedrado, que sale del mismo mirador y baja serpenteando, atravesando al comienzo un pequeño bosquete de castaños.
 
 






Curral das Freiras, que podría traducirse por Valle de las Monjas, ha sido tradicionalmente un pueblo muy aislado, por su situación en el interior de una caldera volcánica. En sus inicios lo habitaban pastores seminómadas. Su nombre se debe a que en 1566, al ser Funchal atacada por los corsarios franceses, encontraron aquí refugio en su huida las monjas del monasterio funchalense de Santa Clara, que se trajeron el tesoro de su convento para custodiarlo. A principios de noviembre se celebra en el pueblo una feria dedicada a la castaña. Magosto habemus como en Galicia o el Bierzo.
 
 




La segunda parte de la ruta asciende desde Curral das Freiras hasta la Boca dos Namorados, que probablemente fue en el pasado la conexión más importante desde la costa sur con el apartado y recóndito Valle de las Monjas.
 
Pero inicialmente ha de descenderse hacia el río. Para no hacerlo por la carretera puede tomarse el Caminho da Murteira, que en algunos tramos baja por escaleras, para salir, más abajo, a la carretera de Lombo Chão, a la altura de un puente sobre el río. En esos momentos pasa un bus de la línea 81, le hago una seña y lo tomo hasta Lombo Chão, donde termina la carretera. Me quito así unos dos kilómetros un tanto anodinos por asfalto. Y el conductor no me quiere cobrar nada por tan corto trayecto que no debe estar contemplado en el tarifario de precios.


Lombo Chão
 
 
Desde Lombo Chão (500 m.) se desciende recto por la Vereda das Pereiras, que cruza enseguida un par de arroyos. A partir de aquí comienza un fuerte ascenso por la ladera, introduciéndonos en un bosque mixto de castaños, eucaliptos, laurel y brezo.
 
 






Hay que ir remontando poco a poco la pendiente, en zig-zag, para escapar del interior de la caldera en que nos hallamos, alcanzándose el Pico do Cedro (901 m.), junto al que hay un poste eléctrico.
 
 
Pico do Cedro en primer plano
 
 
Queda trepar un poquito más para llegar a la Boca dos Namorados (1.060 m.) o Puerto de los Enamorados (1.060 m.), un bonito mirador sobre la caldera hasta el que llega una carretera. Hay un aparcamiento y un área recreativa con mesas en las que varias familias pasan el día comiendo o dándole al naipe mientras los chavales corretean o pasean en bici.
 
 



 
Al otro lado de la carretera baja de frente un camino empedrado que se interna en un eucaliptal. Es un descenso corto. Ya casi abajo dejamos a la derecha la entrada a un centro hípico y salimos a una carretera que hay que tomar a la derecha.




Se pasa junto al portalón de la Quinta Mis Muchachos y en un kilómetro se llega a Corticeiras (750 m.). Enseguida pasa un autobús de la línea 96 (Rodoeste), que viene de Jardim da Serra y baja a Funchal.
 
 
 
 

Bibliografía
Rutas 33 y 34 de la guía excursionista Las mejores rutas por levadas y montañas de Madeira, escrita en alemán por Rolf Goetz y publicada por la editorial Rother. Existe una versión traducida al español.
La primera ruta, de Eira do Serrado a Curral das Freiras, tiene 475 metros de desnivel negativo y se calcula un tiempo de hora y cuarto para completarla.
La segunda ruta, hecha en sentido inverso a como se describe en la guía, une Curral das Freiras con Corticeiras, pasando por la Boca dos Namorados, con 660 metros de ascenso y 560 metros de descenso. En la guía le dan un tiempo de tres horas.

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