viernes, 4 de noviembre de 2016

Al Cirbanal desde Robledo de Caldas (29 de octubre de 2016)

La previsión del tiempo era inmejorable para este puente de Todos los Santos y sin dudarlo nos hemos desplazado a la montaña leonesa para aplicarnos la consabida dosis de montañaterapia.

Nuestro primer objetivo va a ser el Cirbanal (2.081 m.), una montaña caliza a la que también se llama Cerbunal o Cilornio y que se encuentra en la comarca de Luna, aunque casi en la linde de León con Asturias.
A los pies de esta montaña discurre la autopista de León a Oviedo (A-66), conocida también como autopista del Huerna, que atraviesa la cordillera por el largo túnel del Negrón (algo más de 4 kms. de longitud).

Tras dormir y desayunar en el albergue municipal de Villamanín, al que llegamos la víspera, nos dirigimos al punto de inicio de esta ruta. De camino paramos en Aralla de Luna a comprar una hogaza de pan.

En Robledo de Caldas (1.190 m.), nuestro punto de inicio, termina la carretera. Es un pueblo de tradición ganadera, situado en el fondo de un valle y rodeado de montañas. Aparcamos nuestro coche en una exigua plazoleta e iniciamos nuestra andadura, abandonando el pueblo por su parte alta.


Robledo de Caldas


Tomamos el viejo camino, antaño frecuentado por pastores, tratantes y arrieros, que comunicaba los pueblos altos de Luna y el concejo asturiano de Lena. Este camino se unía en el valle del Cubil con el procedente de Villafeliz de Babia.




Vamos ganando altura progresivamente en esta mañana de temperatura bonancible hasta alcanzar la collada que nos da acceso a la Vega de Fontanales, más o menos a hora y media del inicio.




Nos encontramos con una pequeña cabaña en buen estado, que marca el punto en que hemos de abandonar el ancho camino por el que veníamos y que continúa de frente.




Hemos de torcer a la derecha para remontar la suave Vega de Fontanales, un terreno calizo en el que se suceden las dolinas (que por aquí llaman ollones u ochones) y las simas, formaciones kársticas originadas al disolver el agua la piedra caliza. Por primera vez avistamos la mole de Peña Ubiña.


Dejamos dos dolinas atrás


Peña Ubiña




Otra dolina




En tres cuartos de hora más nos plantamos en la cabecera de la Vega de Fontanales (1.830 m.).
Se siente de repente un zumbido como de abejas. Pero no son abejas. Se trata de un pequeño dron, un bicho teledigido de esos, que nos revolotea durante un rato. A saber en qué secreta misión se hallará involucrado.

Desde aquí toca superar los últimos 250 metros de desnivel para alcanzar la cumbre, que se levanta por encima de nuestras cabezas. El terreno se antoja complicado, con paredones rocosos y abundantes depresiones. Por fortuna tenemos hitos a partir de aquí, que nos esforzamos por seguir con sumo cuidado.






Casi una hora más y alcanzamos la cima del Cirbanal (2.081 m.), con mojón geodésico y buzón de cumbre. Con estos cielos despejados tenemos vistas amplias. Hacia poniente y a muy poca distancia de donde nos encontamos se eleva el macizo de Peña Ubiña, con la escalera de Les Fontanes, Peña Rueda, etc. Hacia levante Las Tres Marías y un sinfín de picos más. Hacia el sur el embalse de Barrios de Luna y más montañas. Hacia el norte los valles asturianos, cerrados por más montañas.
A escasos metros de nosotros una pareja está terminando de comer. Nosotros les seguiremos el ejemplo y permaneceremos en la cumbre prácticamente dos horas. Y es que no sopla el viento. Se está de vicio. Josete se subirá también a la cercana Peña de la Silla (2.078 m.).






Observen Las Tres Marías a la derecha del todo




Macizo de Peña Ubiña




Haremos la bajada por el mismo camino. Al igual que a la ida no veremos a nadie, salvo un todoterreno que nos adelanta en el descenso. Cerca ya del pueblo nos encontramos con varios focos de fuego. Arden las zarzas. Todo indica que son fuegos controlados provocados por los pastores, aunque a nosotros nos parezcan un tanto incontrolados. Probablemente buscan con ello ampliar las zonas de pastos.




El humo asciende


Pío, pío, que yo no he sido


Finalizamos la ruta pasadas las seis y media de la tarde. En total hemos hecho 14 kms., con unos 900 metros. Sonará a tópico pero ha sido un día para enmarcar.

Al volver a Villamanín nos vamos directos a cenar al bar Ezequiel, sin pasar por la ducha. Se confirma lo previsto, la investidura de don Mariano, que recibe 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones. Faltó un voto de los 350 que ya pueden imaginarse de quién era.

Ah, y no hay que olvidarse de que esta madrugada que viene nos cambian la hora. Habrá que retrasar los relojes. A las tres serán las dos. Mañana anochecerá una hora antes.




Nos queda reseñar que al Cirbanal puede subirse desde otros sitios, además de desde Robledo de Caldas:
  • Desde Caldas de Luna, remontando el desfiladero que forma el arroyo de Quincajo (o Pincuejo) o también acercándonos a las Brañas de Caldas.
  • Desde el puerto de la Cubilla o del Palo, alcanzando la cabecera del valle del Cubil.


Dolinas
Son formaciones características del relieve kárstico.
Normalmente se forman cuando el agua procedente de la fusión de la nieve se encharca alrededor de un punto de absorción y va formando hondonadas en el terreno.
Otras dolinas se forman al hundirse el techo de una cavidad subterránea.

Bibliografía
Ver ruta nº 7 del libro Montañas de León y norte de Zamora. Autores: Mario A. Gutiérrez y Ángel Fernández. Editado por Anaya Touring.

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