domingo, 27 de agosto de 2017

De La Granja al cerro Morete (26 de agosto de 2017)

Dos senderistas se acercan hasta La Granja en este último sábado del mes de agosto y aparcan su vehículo a la entrada de la urbanización Caserío de Urgel.
Echan a andar cuando falta un cuarto de hora para las once de la mañana. Tras caminar un buen rato a la sombra del pinar que cubre estas laderas de la sierra, van a comenzar a remontar el arroyo Carneros en dirección al puerto de los Poyales, pasando junto al precario Chozo del Tío Blas, para desviarse a mano izquierda y alcanzar las piedras que marcan la cumbre del cerro Morete (2.133 m.), en cuyos alrededores aún se observan restos de parapetos, trincheras y nidos de ametralladora que se construyeron en la guerra. Son poco más de las dos de la tarde.


Junto al arroyo Morete


Chozo del Tío Blas


Pico de Peñalara


En la cumbre del cerro Morete


A continuación, bajarán hasta el puerto del Reventón (2.039 m.), donde hay un monolito en memoria del militar Ibáñez Marín, empalmando aquí con el camino que viene de Rascafría, cruza la sierra y desciende de nuevo hacia La Granja.


Puerto del Reventón y monolito


Sobre las tres y media de la tarde los senderistas paran junto al chozo-refugio del Infante para comer algo. La fuente que hay aquí está seca. Varias vacas pululan por los alrededores, en busca de los escasos pastos que puedan quedar por aquí a estas alturas del verano.




Chozo del Infante


Pasadas las cinco de la tarde concluyen esta solitaria ruta, en la que apenas se han topado con gente. Ha chispeado a ratos. En el último tramo de bajada se levantaron por momentos fuertes ráfagas de viento y los dos senderistas se pusieron los impermeables ante la amenaza de que empezara a llover en serio. Todo quedó en falsa alarma. No obstante, la otoñada santiaguesca ya está aquí.


Un skyline montañoso ya familiar


La Granja desde el Mirador de Tere

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